Vuelta a la máquina

Los días, los meses no pasan en blanco. La bitácora fundamental, en ese sentido, ha sido lobosector... pero un intento externo de conjuntar esfuerzos se dio en el 2007 y nació la página web/blog de el motor literario.
      Hospedados en un dominio personalizado, tratábamos de extender nuestras visiones de conjunto...
      Pero pasó la vida, los desajustes del tránsito cotidiano, las crecientes responsabilidades en cada uno de los miembros hasta que, a principios de este año, todo culminó con el cierre de ese portal, pero no con la amistad.
      Tras aquello, los archivos de ese blog (que en realidad fueron escasos, sobre todo porque odiaba la interfaz y el comportamiento de wordpress) permanecieron en el archivero virtual... pero algo, algo me pedía que los resucitara. Supongo que, entre otras cosas, el nombre mismo de este blog: desde el principio fue La Máquina de Los Locos y hoy vuelve a habitar un lugar en el ciberespacio, uno que pretende seguir su original meta a nivel individual.
      Ayer, toda esa inquietud por los archivos escritos (entre los que destacaban en mi memoria el dedicado a Dick y mi traducción a Burroughs, alcanzaron su punto de masa crítica y me acosté pensando en cómo sería este template. Todo este día lo dediqué a ello. A rediseñarlo y a postear lo viejo.
      Sean pues bienvenidos a esta continuación de otro proyecto.

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